Fecha de publicación: Jan 09, 2012 1:4:23 PM
Texto de Sanitiago Santidrián. 18-B2 (Promoción 2011-2012)
Esta es una película francesa, realizada en 1982 por Daniel Vigne, protagonizada por Gerard Depardieu y Natalie Baye . Cuenta una historia real que ocurrió en una aldea del sur de Francia, cerca de Toulouse, a mediados del siglo XVI: Martin Guerre es un joven labrador, casado con una chica muy atractiva. Tienen un hijo pequeño. Martin es un chico raro y problemático. Un día se pelea con su padre y desaparece. Pasan ocho largos años durante los que no se sabe nada de él. Su mujer cuida del niño, sus padres mueren y su tío se encarga de mantener los bienes de la familia. Entonces aparece por el pueblo un hombre que dice ser Martin Guerre. Ha pasado todo este tiempo sirviendo al Rey como soldado, entre otras batallas en la de San Quintín (en la que Felipe II derrotó al rey francés Francisco I y en cuya conmemoración se erigió el Monasterio de El Escorial). Algunos desconfían de que sea él, pero otros, y sobre todo su mujer, confirman su identidad. De hecho, él está al tanto de todos los detalles de su vida anterior. Además, la pareja se lleva mucho mejor que antes, él es ahora un buen padre y también es un hombre más centrado, más trabajador, mejor amigo y vecino. Casi todos están encantados con el Martin Guerre recién llegado. Sin embargo, un día reclama a su tío los bienes que le corresponden en la herencia de sus padres y entonces las sospechas sobre su identidad estallan: su tío, secundado por varios vecinos, más o menos comprados, le acusa de suplantación de personalidad. Se abre entonces un tremendo proceso judicial en el que declaran como testigos, de una y otra parte, todos los habitantes del pueblo.
En cuanto a la forma, hay que destacar la magnifica ambientación con que está realizada. El pequeño poblado francés de mediados del XVI está perfectamente recreado en cuanto al trazado de las calles y la arquitectura de las casas, así como en los interiores con su decoración, mobiliario y útiles domésticos de la época. Lo mismo puede decirse de las faenas en el campo y con los animales, de los aperos de labranza, etc. Particularmente bueno es el vestuario de los personajes, que en todos ellos es más que sobresaliente. Hay que recordar que la película estuvo nominada al Oscar por el mejor vestuario. Lo mismo cabe decir de la liturgia de la justicia y del Tribunal, que es perfecta, con un punto ya más renacentista que medieval. Respecto a la interpretación, Depardieu está muy correcto, así como su tío y el juez-instructor -quien también tiene su historia real: fue ejecutado 10 años después de estos sucesos, por protestante - pero la más impactante, al menos visualmente, es Natalie Baye, esposa de Martin Guerre.
La música es algo desconcertante, pues tiene numerosos rasgos celtas más propios de otros lugares de Francia, sin embargo no defrauda en ningún momento.