Fecha de publicación: Aug 25, 2010 1:58:19 PM
Hagamos un repasito a las grandes películas históricas realizadas en los últimos tiempos. Nos proponemos presentar una serie de películas históricas en dos apartados dependiendo de su fidelidad o lejanía con la historia real. En primer lugar citaremos tres ejemplos que se permiten considerables licencias, independientemente de su valor como obras cinematográficas, y en segundo lugar hablaremos de películas bien documentadas:
Braveheart, Mel Gibson (1995).
La recreación de la vida de William Wallace comete errores de bulto como incidir en la libertad como motivo para la lucha nacionalista, elementos ambos más propios del siglo XIX que de la Edad Media. Sin contar el hecho de un amor cronológicamente imposible entre Wallace y la futura reina de Inglaterra Isabel de Francia. Cuando él muere en 1305 ella contaba tan sólo con 12 años de edad.
Incluso el planteamiento de que el sucesor a la corona de Inglaterra sea hijo de Wallace, como presenta la película es un exceso muy llamativo.
Gladiator, Ridley Scott (2000)
En este trepidante y muy bien ambientado film encontramos errores como las batallas en pleno invierno en Germania, recordemos que las legiones se refugiaban en sus campamentos durante el período invernal o las muertes de Marco Aurelio y Cómodo, que no ocurrieron como narra la película. Del mismo modo Cómodo llegó a ser emperador durante casi 15 años y no los escasos meses que desarrolla el film.
La conjura del Escorial, Antonio del Real (2008)
Un ejemplo de cómo el cine español presenta una trama correcta, dónde las grandes líneas políticas se acercan a lo que ocurrió realmente, pero que carece de pulso narrativo y comete tal cantidad de errores menores que la convierten en inverosímil. Destaca el caso, harto improbable, de un soldado veterano de Flandes que decora una pared de su casa con una bandera de los Tercios o la resolución de un duelo con una ballesta, que era considerada un arma infamante, entre muchas otras.
Entre las muy bien documentadas destacamos:
Barry Lyndon, Stanley Kubrick (1975)
Un caso de perfecta documentación, aún hoy utilizado en facultades y escuelas, sobre el Antiguo Régimen. Se cuida al detalle el vestuario y los espacios, además de presentar las costumbres y mentalidades con gran rigor (régimen demográfico antiguo, engaños para el alistamiento, escaramuzas militares, deserción, matrimonio de conveniencia…). Se da una imagen veraz de la sociedad estamental y de las escasas fórmulas de movilidad social que existían en la época.
Gangs of New York, Martin Scorsese (2002)
Este magnífico fresco de la ciudad de Nueva York, y también de los Estados Unidos, bebe directamente de la recopilación de artículos periodísticos de Herbert Asbury. Lo que pueden parecer excesos y violencias del film no son más que reflejos de situaciones reales que se dieron durante los años centrales de la Guerra de Secesión americana (1861-1865). La película se centra en las revueltas sociales ocurridas en 1863 en Nueva York, que tienen una gran relación con la formación de aquel territorio como la nación que hoy conocemos.